INDISCRECIÓN. CASTELGANDOLFO, 2017

Sé que no es recomendable, y considero que ni siquiera respetuoso hacia quienes, numerosos o escasos, me honran con su visita, abandonar durante tanto tiempo este u otro blog. Pido sinceramente disculpas por ello. 

Sin embargo, motivos poderosos han ocasionado que me haya alejado temporalmente de aquí: por una parte, tareas laborales, quizá la razón más prosaica. Por la otra, un corto viaje, probablemente la actividad que, sin menoscabo de las obligaciones de cualquier "blogger" o aspirante, más puede nutrir las entradas y los posibles comentarios de este espacio que tanto quisiera fuese un lugar de encuentro, intercambio y opinión. 

Tuve la dicha de visitar recientemente Roma, El Vaticano y algunos pueblos de Italia, y ocasión de tomar algunas imágenes de esas en las que intento alinear la pupila, el corazón y el objetivo de la cámara. Aquí dejo hoy la primera de ellas, captada en el pueblo de Castelgandolfo, donde una pareja, en plena actividad turística, se dejó enmarcar por la hermosa arquitectura del lugar y adornar por una muestra del no menos bello ornamento de tiendas y restaurantes abundantes allí. Dichoso yo, que estaba en el momento y lugar oportunos en tan calurosa jornada y logré detener sujetos y entorno para transmutarlos en un veraniego  fragmento de nostalgia.