DISCURSO CÍCLICO. PRAGA, 2010
Quizá ya haya mencionado antes que, desde octubre de 2010, permanezco hondamente enamorado de la ciudad checa de Praga. Sus calles, sus arquitecturas, su historia, sus personajes, me mantienen prendado de ella. No he podido volver a visitarla, pero sí recrearme en la contemplación esporádica de algunas de las imágenes que tuve la suerte de poder tomar durante aquella estancia.
El Reloj Astronómico es una de esas imágenes icónicas que todo turista capta con su cámara, por lo que intuyo que habrá miles de imágenes en internet muy similares a esta. Sin embargo, creo que aparte de la típica y tópica atracción que ejerce hacia quienes lo contemplan, este instrumento de originaria fabricación medieval contiene parte de la historia de Praga y, en cierto modo, una mecánica e intemporal descripción del universo. Sus tres principales componentes, el cuadrante astronómico, las figuras animadas y el calendario circular, contienen varios elementos de medición, zodiacales, alegorías y descripciones que a simple vista no distinguimos los profanos en la materia, pero que si se investiga con un poco de interés, conforman un todo que trasciende el devenir del tiempo y confiere a este reloj una belleza y una categoría artística e histórica indiscutibles.
Nosotros nos detuvimos a observarlo justamente cuando sonaban las doce del mediodía, y nos fue dado disfrutar de un espectáculo inigualable y albergarlo en nuestras retinas y en la de mi cámara como un metódico fragmento de nostalgia.
El Reloj Astronómico es una de esas imágenes icónicas que todo turista capta con su cámara, por lo que intuyo que habrá miles de imágenes en internet muy similares a esta. Sin embargo, creo que aparte de la típica y tópica atracción que ejerce hacia quienes lo contemplan, este instrumento de originaria fabricación medieval contiene parte de la historia de Praga y, en cierto modo, una mecánica e intemporal descripción del universo. Sus tres principales componentes, el cuadrante astronómico, las figuras animadas y el calendario circular, contienen varios elementos de medición, zodiacales, alegorías y descripciones que a simple vista no distinguimos los profanos en la materia, pero que si se investiga con un poco de interés, conforman un todo que trasciende el devenir del tiempo y confiere a este reloj una belleza y una categoría artística e histórica indiscutibles.
Nosotros nos detuvimos a observarlo justamente cuando sonaban las doce del mediodía, y nos fue dado disfrutar de un espectáculo inigualable y albergarlo en nuestras retinas y en la de mi cámara como un metódico fragmento de nostalgia.
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