HISTORIA EN RECODOS. VILLEFRANCHE, 2008
Villefranche-Sur-Mer, ciudad de la Costa Azul francesa, es quizá menos conocida para el público en general que sus vecinas Montecarlo o Niza. Sin embargo, es una de las más prestigiosas y ostenta uno de los principales puertos de la zona, por lo que constituye actualmente un lugar de arribo de numerosos cruceros.
Situada a lo largo de la primera muralla de la ciudad, la "Rue Obscure" (Calle Oscura) transporta al visitante a la Villefranche de tiempos medievales. Data del siglo XIV, y servía como lugar de tránsito de los militares que custodiaban la ciudad. Si bien, debido a motivos urbanísticos, gran parte de su trazado original ha desaparecido, pasear por ella y disfrutar de su penumbra es uno de los numerosos encantos de esta ciudad. Cuántas andanzas, lances, duelos, tragedias y quizá júbilos podrían relatarnos sus rincones si estuviesen facultados para ello.
Sin menosprecio del resto de lugares de indiscutible interés que jalonan la villa, la Calle Oscura quedó en mi recuerdo como un placenteramente umbrío fragmento de nostalgia.
Situada a lo largo de la primera muralla de la ciudad, la "Rue Obscure" (Calle Oscura) transporta al visitante a la Villefranche de tiempos medievales. Data del siglo XIV, y servía como lugar de tránsito de los militares que custodiaban la ciudad. Si bien, debido a motivos urbanísticos, gran parte de su trazado original ha desaparecido, pasear por ella y disfrutar de su penumbra es uno de los numerosos encantos de esta ciudad. Cuántas andanzas, lances, duelos, tragedias y quizá júbilos podrían relatarnos sus rincones si estuviesen facultados para ello.
Sin menosprecio del resto de lugares de indiscutible interés que jalonan la villa, la Calle Oscura quedó en mi recuerdo como un placenteramente umbrío fragmento de nostalgia.
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