FRAGMENTOS DE NOSTALGIA (II). LAS PALMAS, TIEMPO ATRÁS.

Hoy, último día de este año 2019. Quizá última jornada o tal vez último año de mi presencia en la Tierra... ¿Quién puede saberlo? No por convencional deja de ser esta de hoy una fecha señalada, tránsito de un año a otro, puente neblinoso que nos lleva a una especie de renovación, a una suerte de comienzo, y, sin duda, a una novedosa incertidumbre que nos pilla con más tiempo a la espalda que ante los ojos. 

Quizá por toda esta arbitrariedad memorística, las nostalgias (las mías, al menos) van hoy por otras veredas. No precisamente por los caminos hollados durante un viaje o en las efímeras estancias en otros lugares geográficos, como suele ser habitual en este blog mío: en este caso, la senda es la propia vida, y los lugares y muchos de sus habitantes permanecen tan solo en el recuerdo, probablemente de una manera mucho más vívida que aquellos paisajes, calles o arquitecturas que alguna vez mis pupilas afortunadamente contemplaron.

En estos humildes cinco fragmentos de íntima añoranza aparecen pobladores, sensaciones, tinieblas, fulgores, alegrías y tristezas que ya no regresarán. Se han convertido, quietas en los anaqueles de la  falible memoria, en viejos legajos no escritos en papel, sino en páginas que el tiempo, juez y verdugo de nuestras existencias, se encargará de borrar en su inmensa mayoría: mis abuelos, mis padres, mis tíos, mi hermano, mis primos y yo, protagonistas de parte de esta obra pseudo teatral que es la vida, en varias de sus antiguas pero memorables escenas.

Tiempos antiguos, rebosantes de auténtica y genuina belleza, y permisiblemente maquillados en parte por esa sensación romántica que nos invade cuando recordamos la infancia y la juventud que nos van abandonando a cada paso que damos hacia un epílogo tan natural como definitivo. Tiempos hermosos en la memoria, que hacen de aquel axioma que afirma que "recordar es volver a vivir" una declaración de principios, y convierte estas instantáneas en emocionados fragmentos de nostalgia. ¡Feliz año 2020!